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CERÁMICA

Introducción

La cerámica en la Antigua Grecia fue mucho más que simples objetos cotidianos; constituyó una pieza clave en la vida social, económica y cultural de la Antigüedad. Desde el período geométrico hasta la época helenística, las vasijas griegas cumplían funciones prácticas esenciales: almacenar alimentos como grano, aceite o vino, servir bebidas en banquetes o incluso utilizarse en rituales funerarios y religiosos. Su resistencia y versatilidad las convirtieron en herramientas indispensables en el hogar y en el comercio, facilitando el intercambio de bienes por todo el Mediterráneo. Así, los vasos áticos se convirtieron en símbolo de lujo y prestigio en distintas civilizaciones, alcanzando lugares como Egipto o la Península Ibérica. Más allá de su utilidad, estas piezas eran auténticas obras de arte que reflejaban la cultura, la mitología y los aspectos de la vida cotidiana de los griegos, convirtiéndose en un legado esencial para entender el mundo antiguo.

Tipología de los vasos griegos

Taller de alfarería en la antigua Grecia. Grabado alemán, s. XIX

Técnica

El prestigio de la cerámica griega, especialmente la elaborada en Atenas, viene dado por una sofisticación en las técnicas de fabricación y decoración. Alrededor del 700 a. C. surgió la técnica de figuras negras, donde los artesanos usaban una mezcla líquida de arcilla, llamada engobe, para pintar siluetas negras sobre la base de arcilla rojiza. Después, con herramientas afiladas, añadían detalles como ojos o ropa, haciendo que las figuras destacaran más. Más adelante, hacia el 530 a. C., se desarrolló la revolucionaria técnica de figuras rojas: el fondo del vaso se cubría con el engobe negro, y lo raspaban para dejar las figuras en el color natural de la arcilla rojiza. Esto permitía mayor precisión en los detalles anatómicos y expresivos. Para que los colores quedaran correctamente fijados y las piezas fueran resistentes, debían seguir un complejo proceso de cocción a alta temperatura en tres pasos: primero con aire (oxidación), luego con humo de carbón (reducción) y al final con aire otra vez (reoxidación).

Tipología de los vasos griegos

Cerámica de figuras negras / Cerámica de figuras rojas

Tipología

Pronto la técnica se ramificó en una amplia variedad de formas, cada una diseñada con un propósito específico. Entre las más conocidas están el ánfora, ideal para transportar y almacenar líquidos; la cratera, gran recipiente para mezclar agua y vino en banquetes; la kylix, copa ancha para beber; el lecito, un frasco pequeño usado para aceites o ungüentos, a menudo depositados en tumbas como ofrendas. Otras formas incluían la hidria, para transportar agua o la enócoe para servir vino. Cada tipo no solo respondía a una necesidad práctica, sino que también ofrecía a los artistas un lienzo para plasmar su creatividad, adaptando la decoración al tamaño y la curvatura de la pieza.

Tipología de los vasos griegos

Tipología de vasos griegos

Contenido

La cerámica griega es célebre por su riqueza artística, convirtiendo simples vasijas en narraciones visuales. Las decoraciones abarcaban desde escenas de la vida cotidiana —escenas familiares, competiciones atléticas, banquetes o procesiones— hasta complejos relatos mitológicos. Grandes gestas como los Trabajos de Heracles o la Guerra de Troya eran habituales, pintadas con un estilo que combinaba elegancia y dinamismo. Los dioses del Olimpo, héroes y criaturas fantásticas como centauros o sirenas poblaban estas obras, reflejando las creencias y la imaginación de los griegos. Artistas destacados como Exequias dejaron su huella firmando algunas piezas, elevando la cerámica a un nivel de prestigio que trasciende hasta nuestros días como un testimonio vivo de su cultura.

Ánfora de figuras negras. Aquiles y Pentesilea

Ánfora de figuras negras del pintor Exequias. Aquiles y Pentesilea